Os presentamos una tarta de queso con una imagen increible. Sarah la preparó para una comida familiar.
Ingredientes:
PARA LA BASE
85/90 grs. de mantequilla
2 cucharadas de azúcar de caña
150 grs. de galletas digestive
PARA LA CREMA
Zumo de 1/2 limón
100 grs. de azúcar blanco
100 ml. de nata liquida
2 huevos + 1 yema
20grs. de maizena
vainilla
600 grs. de queso philadelphia
PARA LA COBERTURA
2 cucharadas de azucar glasée
200 ml. de crema fresca
vainilla
Fresas
Triturar muy finas con la batidora las galletas digestive y añadir el azúcar de caña.
Poner la mezcla en un bol y añadir la mantequilla fundida y mezclar todo.
Se cubre un molde con papel de horno (Utilizar un molde que se pueda desmontar, facilita sacar el pastel y que no se rompa para la presentación).
Y en el fondo por encima del papel, colocamos la base de galletas presionando para darle forma plana. Lo dejaremos que se enfría en el congelador durante unos 30 min.
Para la crema, pondremos en un bol, los huevos y la yema, añadimos el azúcar y la vainilla y empezamos a batir con la batidora eléctrica.
Añadimos el queso Philadelphia procurando que la mezcla quede homogénea para que no hagan grumos, añadimos el zumo del limón , la maizena y la nata liquida, mezclandolo todo muy bien.
Llegado a este punto, sacamos la base y vertimos la crema. Hornear durante un hora. Los primeros 30 min. a 180º y los 30 min. siguientes a 160º.
Si observamos que la superficie se dora más de la cuenta, cubrirlo con papel de plata. La dejaremos que se vaya enfriando en el horno con la puerta abierta. cuando está fría la sacamos y la dejamos que se enfrie del todo.
Par la cobertura, mezclamos la crema fresca con el azúcar glasee y la vainilla y cubrir la tarta fría. Volver a hornear para glasear a 180º 5 min. y dejar enfriar.
Cuando está fría la decoramos con fresas o con frutos rojos.
Lo mejor es hacerla de un día para otro, de está forma se enfría bien y se acaba de compactar.
