Cuando vas a un restaurante y quieres algo para picar, muchas veces lo acampañamos con un pan finito, tostadito y bien aliñado con tomate, aceite y sal.
Probando nuevas formas de pan para que no sea siempre el mismo, probamos de hacer este y la verdad que las dos veces que ya lo hemos hecho ha triunfado.
Estaba acostumbrada a que la masa del pan la elaboraba en la panificadora, pero ha sido divertido hacerlo todo a mano.
INGREDIENTES
500 grs de harina de fuerza
325 c.c. de agua
10 gr. de levadura fresca
10 gr. de sal
10 gr. de azúcar
50 c.c. de aceite
En un bol, he colocado la harina, la sal, el azucar y el agua, lo he mezclado bien y he empezado a amasar. Al final del amasado se añade el aceite y la levadura,
que la deshacemos con las manos sobre la masa. Con estos productos seguimos amasando y observaremos que ahora la masa es mas fina.
Hacemos una bola, lo cubrimos con un trapo de cocina humedecido y lo dejamos que repose durante 10 min.
Tras este tiempo, dividimos la masa en 6 porciones, y les damos forma alargada. Volvemos a cubrir con el trapo húmedo y dejamos que repose hasta que doble el volumen.
Ahora ya preparamos el horno, precalentado a 200º. Estiramos la masa, la marcamos con la mano y la rociamos con un poco de aceite. Volvemos a dejar que repose durante 20-25 min.
La horneamos durante 15 minutos, y vigilamos que no se tueste demasiado, la sacamos sobre una rejilla para que se enfrie.
Nosotros fuimos cortando por la mitad, y la tostamos un poco en el horno, para proceder a poner luego, el tomate, la sal y el aceite.
Se puede acompañar de practimente cualquier cosa, embutido, pernil, tortilla de diferentes gustos, queso, etc.
