Mi hijo es muy aficionado a la barbacoa, igual te prepara un estupendo chuletón, como una hamburguesa o una pieza de ternera ahumada aunque para eso tenga que ponerse en marcha a las 6 de la madrugada, preparando todo lo que necesita. Nosotras no llegamos a ese nivel, pero nos apetecía mucho preparar unas costillas de cerdo glaseado al horno, Por ello pedí en la parada de mercado que acostumbro a comprar el cerdo, que me prepara unas costillas que fueran adecuadas para hacerlas, y sin más si que es cierto que son unas horitas de estar pendiente del horno, pero el resultado lo podéis ver.
Qué ingredientes necesitamos?
Un costillar de cerdo
2 cebollas
4 zanahorias
400 ml. de caldo de carne
Para el adobo
4 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de pimienta negra
sal
1 cucharadita de orengano
1 cucharadita de pimenton rojo (si gusta picante media y media de cada)
1/2 cucharada de azúcar moreno.
Para el glaseado
5 cucharas de miel
2 cucharadas de vinagre de manzana
1 cucharada de vinagre balsámico
1 cucharada de mostaza de Dijon.
Cómo se prepara?
Preparamos las costillas de forma que queden regulares. Preparamos el adobado con todos los ingredientes de forma que se mezclen bien, lo extendemos por toda la superficie de la carne, yo me he ayudado de un pincel plano para que quedara todo extendido, también podemos hacerlo con la mano que ayudará a entrar por todos los espacios.
Lo dejamos reposar 30 minutos, mientras ponemos el horno en marcha a 200º, pasado el tiempo lo ponemos al horno a media altura durante 30 min. Hacia la mitad del tiempo le damos la vuelta.
Preparamos las cebollas y las zanahorias, y cuando pasa este periodo, bajamos la temperatura del horno a 180º, añadimos las cebollas y las zanahorias y regamos con el caldo. Lo vamos a tener durante 60 a 80 minutos. De cuando en cuando los giramos y ponemos por encima un poco de caldo para que esté jugoso, sobre todo en los últimos 20 minutos para que no se reseque.
En este momento extendemos el glaseado por toda la pieza, primero por un lado y lo gratinamos y luego por el otro. No más de 8 minutos por lado.
Ya podemos sacarlo y dejarlo reposar aproximadamente unos 10 minutos.
Con el caldo del fondo, la cebolla y la zanahoria, preparamos una salsa para añadir si se desea, Lo trituramos y pasamos por un colador, lo ponemos al fuego y dejamos reducir. Ya lo tenemos listo.
Yo he preparado una ensalada muy sencilla, una buena lechuga, unos tomates cherrys muy gustosos y unas lascas de queso parmesano.
El resultado ha sido, muy bueno, la carne estaba bien cocida y la salsa le daba un poco más de la jugosidad que ya tenía.