Cuando hacemos un encuentro familiar, siempre nos gusta presentar alguna novedad para que la familia nos dé su opinión sobre el plato. El encuentro se trataba de una merienda-cena y queríamos hacer cosas diferentes y que se pudieran comer con los dedos. Dimos una vuelta a una receta que preparaba las clásicas palmeras dulces en salado y nosotros pusimos unos ingredientes que nos gustan, queso en crema, calabacín y parmesano. y sin más las preparamos horneamos y presentamos a la mesa, os tengo que decir que estas palmeras de calabacín y queso, volaron rápidamente. Esta claro que la próxima vez haremos el doble.
Qué ingredientes necesitamos?
1 masa de hojaldre
200 gr. de queso en crema, utilizamos Philadelphia
1 calabacin no muy grande.
Parmesano rallado
1 huevo
Como preparamos las Palmeras de calabacín y queso
La masa de hojaldre la tendremos en la nevera hasta el momento de hacerla servir, es importante que esté fría para manipularla bien.
Empezamos por rallar el calabacín, y le damos unas vueltas en la sarten para que suelte el agua.
Reservamos y dejamos enfriar.
El horno lo encendemos a 180º con calor uniforme arriba y abajo.
Sacamos el hojaldre y lo extendemos sobre el papel que trae o bien en un silpak o papel de horno. Sobre el hojaldre extendemos el queso en crema, que quede homogéneamente repartido y sea una buena capa, nos ayudamos con una espátula. A continuación le añadimos el calabacín que no ha de estar caliente. (también podemos ponerlo en crudo).
Es el momento de empezar a enrollar por los dos extremos para hacer que nos quede la forma de la palmera, yo hago una vuelta de cada lado hasta llegar al centro.
Con este rollo doble, empezamos a cortar a un centímetro de ancho, y las vamos depositando horizontalmente en la bandeja de horno.
Batimos el huevo y ponemos una pizca de sal, pincelamos las palmeras y las podemos poner ya al horno. Aproximadamente unos 15 minutos. Ya sabéis que siempre os recomiendo que no perdáis de vista el horno, cada uno es diferente y podemos tener algún susto si nos despistamos. El momento es que se vean doradas.
Las sacamos del horno y colocamos sobre una rejilla para enfriar. Es el momento de coger nuestros parmesano y rallar por encima, con el calor quedara enganchado y le da un punto muy bueno.
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